"He observado un fenomeno fascinante en mis 25 años de ejercicio de la profesión: Que las escuelas y la escolarización son crecientemente irrelevantes para las grandes empresdas del planeta. Nadie cree ya que los científicos son enseñados en clases de ciancias o que los políticos en clases de civismo o que los poetas lo son en clases de lengua. La verdad es que las escuelas no enseñan nada, salvo cómo obedecer órdenes".
John Taylor Gatto, profesor.
En la medida en que los problemas se vinieron encima a México, especialmente en las últimas dos décadas, todos empezaron a voltear hacia la educación, más específicamente hacia la escuela, la cual ha sido un referente sagrado en la historia moderna del país, casi un amuleto.
Sólo que a partir de entonces las miradas empezaron a ser de cuestionamiento, y luego de franco reproche. Empezando por el "analfabetismo funcional", qyue describe el nulo interés de la mayoría por la lectura, y en general por el conocimiento, no obstante haber cruzado la escuela por muchos años. Siguiendo por el amplísimo distanciamiento de la mayoría respecto a los aasuntos cívicos, y poniendo ahí el índice de fuego para tratar de entender por qué nuestra joven democracia no acaba de arraigarse.
Pero lo más grave ha venido con la "apertura de México al mundo", pues el bajo nivel en la formación de muchos mexicanos nos ha puesto en franca desventaja para poder competir con otros países. Los reiterados informes de los bajos niveles de aprovechamiento escolar apabullan por su consistente descenso. El desconcierto es amplio, e incluso el rubor y la depresión. Por medidas de remedio no ha quedado, y se ensayan tantas que solo incrementan la confusión, al fracasar una tras otra.
El último informe de la OCDE -Organización para la cooperación y el desarrollo económico-, dado a conocer hace 10 días (el 20 de febrero de 2006) reporta a México en el último lugar en educación, de los 27 países que la conforman.
Una muestra de entre los 24.2 millones de alumnos, en 205 mil escuelas, resultó en que el 65.9% de los jovenes de 15 años tienen competencias insuficientes en matemáticas, y el 52% las tienen para leer textos.
Entre otros problemas que se reportan en el origen, están la centralización de las políticas educativas y del financiamiento; la falta de autonomía para tomar decisiones; la sindicalización nacional de profesores; el bajo gasto en inversión; la falta de evaluación y transparencia de resultados; el rezago en infraestructura y la planeación sexenal.
Pocos días antes, la UNESCO le había señalado a México, en Monterrey, que era inaceptable que se ocultaran los resultados de las evaluaciones internas de las escuelas, pues esa es una información que debe servir a los padres para tomar decisiones, y no a los burócratas de la educación, tal como ocurre.
Hace 15 años, Gilberto Guevara Niebla coordinó un equipo de investigadores que reveló la seria crisis del sistema educativo nacional. A partir de entonces se han sucedido muchas "reformas educativas", dede la de la mejora de la educación básica, entonces, hasta la de la "reforma a la secundaria" y la de las "escuelas de calidad", o la de "educación con calidad", sin que hayan podido, siquiera, detener el deterioro.
El apuro es serio, y sin dudd complicado. Lo más importante sería comprender socialmente que estamos frente a una paradoja: los problemas de la educación no pueden confiarse para su solución en la escuela. Porque, como dice también el maestro Taylor Gatto: "...es que es imposible que la educación y la escolarización puedan llegar a ser alguna vez la misma cosa".
El desafío para comprender esto no es sencillo, por la complicidad entre burócratas, educadores de carrera, padres distanciados del asunto educativo e hijos instalados en la cómoda manera de sacar certificados y títulos -más ahora que no hay "reprobados"-. Lo cual redunda en un irracional culto a la escuela... aunque abunden evidencias del fracaso. Esto ha hecho de la escuela el campo de una batalla perdida de antemano.
Respecto a las reformasfracasadas, dice el investigador Adrián Acosta, en el último número de "Nexos", que: "Hemos caminado en círculos sobre los mismos problemas, y sospecho que las soluciones y los cambios han ampliado el circulo pero no hemos salido de él".
Para 1999, había es Estados Unidos más de un millón y medio de estudiantes "homeschooled", porque sus padres no confiaban en la calidad de la educación y en la seguridad del entorno escolar. Esto ilustra la crisis que atraviesa al establecimiento escolar en todo el mundo; pero mientras en México se usa como coartada en otros países mueve a que se hagan importantes reformas. Cambian los modos de acreditación de habilidades, los títulos se devalúan y se abren la escuela y la educación a la intervención social.
Más específicamente en Guanajuato (México) la burocracia educativa y el sindicato magisterial monopolizan el tema educativo, en tanto mantienen la disputa de poder entre ellos. Al mismo tiempo, "le cierranla puerta a la escuela". También aquí se hace nugatorio el postulado "Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos", que es central en la Declaración Universal de los derechos Humanos, y que en otros lares está siendo útil para la mejora educativa.
Hay opacidad, y la intervención de los padres enla escuela es nula, al estar acotada y simulada, pues sólo se les permite asociarse para limpiar los sanitarios, pintar las bancas, reparar vidrios rotos y cobrar cuotas para tales efectos... con la autorización de los directores. Pero no para intervenir en los asuntos educativos.
A quince años de distancia, lo único novedoso ha sido el intento de las facciones radicales del grupo en el poder para "modelar" la conciencia de los niños según su ideología. Pero lo más grave es que, no obstante el destino de alrededor del 40% del presupuesto, la crisis se profundiza. La ccuestión apremiante, con todo el tiempo y los recursos perdidos, es, como sociedad ¿qué vamos a hacer?
Artículo de José Argueta Acevedo: "La mala educación". Publicado en el periódico "Correo", Guanajuato, Gto., de fecha miércoles 1° de marzo de 2006, página 17.
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