jueves, 2 de marzo de 2006

Cerdos y Perlas

El famoso cabildeo, empleado para negociar bajo el agua las acciones legislativas o del gobierno, tiene en ocasiones matices tragicómicos, o de franco cinismo.

 

Es sabido que Televisa es una empresa de ladrones, al igual que los TVAztecos; pares de las compañías de telefonía móvil o celular; de telecomunicaciones y demás. Lo más oprobioso, es que los televisos tienen una campaña dizque para fomentar los valores, y son los primeros en tropezar con sus farsas. ¿Qué valor ético o moral puede presumir una empresa que hace uso del tráfico de influencias para lograr sus propósitos perversos? ¿Que acaso a los televisos, a los aztecos, a los celulares, a los telmex, no les basta el chingo de dinero que tienen? ¿Por qué ese afán de joder al prójimo y monopolizar negocios?

 

No cabe duda que en la casa del jabonero el que no cae, resbala. Los famosos espionajes para arruinarle el día a los políticos, también se aplican a los empresarios de doble cara (¿dónde quedó el mentado "pacto de Chapultepec", cabrones? Bola de cínicos y de mariquitas sin calzones) Ya es noticia el hecho de que el abogangster de los televisos Javier Trejo Dondé hizo uso del tráfico de influencias, de la coacción y de la amenaza para obligar al Senado de la República a aprobar reformas a las leyes de telecomunicación para beneficio de sus patrones.

 

¿Quienes colaboraron en esos planes? La lista incluye a Enrique Jackson (que lástima: el tipo me caía bien); diego fernandez de caballos (es un pillo: no se puede esperar menos de él); Emilio Gamboa (otro raterazo); Rafael Aranda -alestra- y Ricardo García de Quevedo -avantel- (par de niños popis, coludidos); Aparte participaron las empresas Maxcom, Intel, Hewlett Packard y Marcatel.

 

Que mal que los intereses de un puñado de cabrones sea superior al interés de la comunidad. Que mal que esa gentuza quiera que las leyes se ajusten a ellos, y no ellos ajustarse a las leyes. Que injusto que la gente con menos capacidad y nula solidaridad, esté en esas posiciones. Que pena que no haya nadie que les ponga un hasta aquí.

 

Tal parece que Dios no existe. Todos esos rollos de "portáte bien", "haz el bien sin mirar a quien", "no hagas a otros lo que no quieras que te hagan", "ama al prójimo", "estudia", "héchale ganas"... son puras mamadas. Porque los que hacen exactamente lo contrario les va súper en la vida (hasta llegan a ser presichentes). Así, ¿que caso tiene cumplir las reglas, jugar limpio y portarse bien, si de todos modos los que actúan en contrario llevan las de ganar?

 

Aquí la Chiindrina tiene razón cuando afirma que, quienes hacen trampa ¡Ganan!

 

Por lo pronto, ya redacté y envié sendas cartas a las compañías involucradas. Les he reclamado su servilismo y las ganas de joder a la gente por un puñado de pesos que igual ni se llevarán a la tumba. Les he reclamado que tengan una postura fariseíca y que poco les interese su comunidad, y más servir a sus amos. Que si de plano van a ser unos ladrones de cuello blanco, pues que lo digan y lo reconozcan: así uno sabrá si quiere dormir con el enemigo.

 

Es muy sucio que quieran venderle a la gente una imagen de que son empresas comprometidas con los valores, que son toda bondad y dulzura, que son más buenos que el pan Bimbo (otra cadena de ladrones). Y resulte a fin de cuentas que son más puercos que los políticos malosos.

 

El famoso "pacto de Chapultepec" deberían reproducirlo en forma de rollo de papel sanitario, para limpiarnos el culo. ¿Que diferencia habría, si de todas formas esos empresarios juegan sucio? Por lo menos tendríamos el gusto y el placer de tener un aditamento sanitario firmado por grandes personalidades.

 

Estoy ansioso por ver si en tepocatas o en el cerebro salen las parodias de estos empresarios con visión limitada. Sería buena idea que los televisos se parodiaran a sí mismos. Vamos: si se burlan de medio mundo, ¿por que no de su abogadillo? Justo es que reciban una sopa de su propio chocolate.

 

(información obtenida de periódico "Correo", Guanajuato, Gto., del día jueves 2 de marzo de 2006, página 38, vinculada con notas tomadas de "El Universal")

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