Comparto esta nota que considero de especial interés. No creo que deba tomarse a bromas porque es sobre un asunto de salud pública e, incluso, de seguridad nacional.
EL AGUA CAUSA GASTRITIS, ÚLCERAS Y CÁNCER
Ricardo Millán Licona.
La contaminación del agua potable que circula por las tuberías puede causar gastritis, úlceras gastroduodenales y hasta cáncer de estómago. Esto debido a la presencia de una bacteria, la Helicobacter pylori, por lo que ahora en los grifos de agua potable de nuestras casas será necesario colocar un letrero que diga “El consumo de este producto es nocivo para su salud”.
Aunque desde 1975, se había asociado la gastritis con una bacteria cuyo hábitat era la mucosa gástrica, fue hasta 1983 en que los australianos Barry Marshall y Robin Warren observaron a la bacteria Helicobacter pylori como causante de algunos males ácidos en el sistema digestivo; descubrimiento que los hizo merecedores al Premio Nobel de Medicina y Fisiología 2005.
En una de las instituciones del sector salud más importantes de México, en un comunicado fechado el 1 de febrero de 2006, el doctor Mauricio Di Silvio, Subdirector de Enseñanza e Investigación del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre del ISSSTE. del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado indicó que “su contagio (de la bacteria Helicobacter pylori) es relativamente fácil a través de las manos, en el manejo de los alimentos. El microorganismo puede vivir en forma latente en el sarro de los dientes y transmitirse a otra persona incluso por un beso. (...) Fuera del cuerpo humano, la bacteria vive en el agua. (...) La prevalencia de las infecciones por esta bacteria es muy alta entre las poblaciones de países en vías de desarrollo, ya que se transmite por heces fecales, agua y alimentos contaminados, sobre todo los que expenden en la vía pública, debido a la falta de higiene en su preparación y manipulación”.
http://www.issste.gob.mx/website/comunicados/boletines/2006/febrero/b031_2006.html
El Doctor en Ciencias Médicas y Especialista en Bioquímica Clínica, Manuel Hernández Triana del Instituto de Nutrición e Higiene de los Alimentos, escribió en la Revista Cubana de Nutrición y Alimentación una sinopsis general de la bacteria que más afecta al ser humano, la Helicobacter pylori.
http://www.bvs.sld.cu/revistas/ali/vol15_1_01/ali07101.htm [Vol. 15. No. 1]
En el documento se indica que Helicobacter pylori se encuentra presente en el 50 % de la población mundial, identificándola como la causante de la úlcera péptica y clasificándola, además, como agente carcinógeno tipo I.
Por su parte, el Instituto Mexicano del Seguro Social de México, ha realizado un estudio sobre el daño causado por Helicobacter Pylori, considerando que el 60 por ciento de la población mexicana tiene Helicobacter, “pero solo uno o dos por ciento desarrolla la enfermedad”, en contraparte a lo indicado por el Dr. Hernández Triana que sugiere en su investigación bibliográfica que “la enfermedad infecciosa, como muchas otras, puede ser asintomática hasta en el 50 % de los adultos” (que padecen la infección).
Para Yolanda López Vidal, investigadora del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina “casi nueve de cada 10 mexicanos mayores de 20 años han estado expuestos a la Helicobacter pylori, bacteria asociada a más de 90% de los casos de úlceras pépticas diagnosticadas, a entre 70 y 80% de los de gastritis crónica y a 40% de los de cáncer gástrico diagnosticado, (...) 85% de los casos, (se clasifican) como portadores de la bacteria en forma asintomática, es decir, no refieren ningún síntoma gástrico”.
http://www.eluniversal.com.mx/notas/327387.html
Hasta antes de los descubrimientos se consideraba al estómago como un ambiente hostil para cualquier crecimiento microbiano, ya que en el órgano se encuentran los jugos gástricos que provocan un ambiente ácido. La bacteria Helicobacter pylori se encuentra en el mucus del estómago, protegiéndose parcialmente del ácido clorhídrico. Después de un complejo mecanismo de segregación de medios enzimáticos y proteínicos, la bacteria logra crear su hábitat en donde se reproduce causando la infección del individuo.
Durante este mecanismo, el microorganismo daña las células de la piel gástrica, generando las enfermedades conocidas como gastritis y úlceras, incluido el cáncer de estómago. Una vez que la bacteria coloniza el aparato gastrointestinal humano puede producir en pocas semanas o meses una gastritis superficial crónica, la cual al paso de varios años o incluso décadas, puede degenerar en úlcera péptica o adenocarcinoma gástrica, además de encontrar una asociación de Helicobacter pylori con algunos tipos de estrés, anemia y migraña.
El fenómeno biológico toma mayor importancia cuando se considera el número de individuos infectados por el germen, existiendo una relación inversa al grado de desarrollo del País en que se presenta. Según el Dr. Hernández Triana, en los países desarrollados, la infección por este agente patógeno es poco frecuente en niños y aumenta gradualmente en función de la edad, llegando a alcanzar niveles del 30 % de infestación a los 30 años de edad, valor que se mantiene constante a edades mayores.
En los países en desarrollo, la mayor parte de sus habitantes se encuentran infectados independientemente de la edad, llegando esta infestación a valores cercanos al 70 %. En general, se conoce que la infestación por la bacteria suele ocurrir durante la infancia y su cuadro clínico se caracteriza por dolor abdominal, náuseas, vómitos mucosos y malestar general.
Actualmente se cuenta con varios métodos diagnósticos para la detección de Helicobacter pylori, así como métodos terapéuticos para la curación de los individuos infectados, en los que se emplean varios fármacos administrados simultáneamente con porcentajes de erradicación entre el 80 y 90 %. Las curaciones pueden llegar a complicarse debido a que existen bacterias que se han hecho resistentes a algunos antibióticos.
La Dra. Marisa Mazari, investigadora del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México ha indicado que “en el agua que beben los capitalinos (Distrito Federal) es común encontrar Helicobacter pylori, que es una bacteria asociada con las úlceras del estómago y duodenales, así como cáncer gástrico en humanos. (...) La presencia de Helicobacter pylori en muestras de agua estudiadas y la prevalencia de la enfermedad — que alcanza 90 por ciento en adultos en México — indica que no se está evaluando adecuadamente la transmisión de esta bacteria por agua contaminada”.
http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=210959
Lorena Ríos de la revista Vértigo ha investigado que en varias muestras de agua tomadas en el Distrito Federal “se han identificado 84 microorganismos de nueve géneros que se pueden asociar con contaminación fecal humana. En particular se ha detectado la bacteria Helicobacter pylori en casi 20% de las muestras, después de la cloración”.
http://www.revistavertigo.com/historico/18-3-2006/reportaje2.html
Desafortunadamente la normatividad vigente en materia de agua potable, no considera la presencia de la bacteria Helicobacter pylori en el agua que beben los mexicanos. La norma oficial mexicana NOM-127-SSA1-1994 "salud ambiental, agua para uso y consumo humano - limites permisibles de calidad y tratamientos a que debe someterse el agua para su potabilizacion", sólo indica que el agua bebible no debe de sobrepasar de 20 colonias de coliformes totales por cada litro y la ausencia total de coliformes fecales; en tal caso, el agua es apta para ser bebida por las personas sin riesgo para su salud. No obstante, este límite no considera la presencia de la bacteria Helicobacter pylori que puede ser mas resistente a los métodos de potabilización actuales, por lo que podría prevalecer a los sistemas de desinfección, ya sea que se trate de cloración, ozonación o aplicación de luz ultravioleta.
En este sentido, sería urgente que se aceleraran las investigaciones para determinar el medio de transmisión de la materia fecal al agua potable y de ahí definir el porque existen individuos de la bacteria Helicobacter pylori en el agua potable, después de la cloración.
En una primera hipótesis se sugiere que el agua potable se contamina durante su recorrido en las redes de distribución de agua potable, debido principalmente a la ruptura de las tuberías y su cercanía a los ductos de la red de drenaje, también rotos. En periodos de baja presión la materia fecal y sus microorganismos patógenos, contenidos en el agua residual, penetran en las tuberías de agua, contaminándola. La contaminación intradomiciliaria puede ocurrir en las cisternas y tinacos sin tapa o mal lavados, con introducción de detritus contaminados bacteriológicamente a su interior.
En México, no se ha dado la información suficiente al público sobre la probabilidad de que la gastritis, úlceras gástricas y cáncer de estómago pudieran deberse a esta bacteria, sino que cuando se recurre al médico, la indicación suele conducirse únicamente para la mitigación de los malestares, recetando antiácidos o bloqueadores H2, como la ranitidina, sin atacar el origen de la enfermedad.
El fenómeno debe de ser considerado un problema de salud pública de solución prioritaria, aplicando decisiones inmediatas, no sólo para la curación individual de los ciudadanos infectados, sino también con la aplicación de medidas sanitarias en los sistemas de agua potable de cada localidad urbana y rural del País.
Si esta bacteria se asocia con el cáncer de estómago es urgente atender el problema con mayor prioridad, ya que de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud el cáncer es una de las principales causas de muerte en todo el mundo. De los 58 millones de muertes que se registraron en el mundo en 2005, 7.6 millones (13%) se debieron al cáncer; entre los cuales, el cáncer de estómago ocupó el segundo lugar con casi 1 millón de muertes. Del total de muertes registradas por cáncer más del 70% en 2005 se produjeron en países de bajos y medianos ingresos. ¿En que porcentaje disminuiría el número si se lograra la erradicación de Helicobacter pylori?.
http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs297/es/index.html
Ante lo anteriormente expuesto, se me ocurre que las siguientes medidas podrían ser aplicadas para la solución o al menos mitigación de la roblemática:
- Implantar un programa de sensibilización en la comunidad médica, para la consideración la bacteria Helicobacter pylori en los diagnósticos individuales en que se presenten las enfermedades asociadas con el microorganismo, tales como gastritis, úlceras y cánceres gastroduodenales y la aplicación de los métodos de curación de manera intensiva.
- Acelerar los estudios científicos dedicados, no sólo a las características del organismo, a las enfermedades que ocasiona y los métodos de curación, sino también a las medidas sanitarias para evitar su propagación y lograr su erradicación.
- Investigar los mecanismos de contaminación de las redes de agua potable con aguas residuales y el porque la bacteria puede sobrevivir en el agua que ha sido desinfectada por los procesos de potabilización actuales.
- Aplicar las medidas sanitarias adecuadas para lograr la erradicación de la bacteria Helicobacter Pylori de los sistemas de agua potable, extra e intradomiciliariamente, ejecutando las obras necesarias para la reparación de los sistemas de alcantarillado y de agua potable.
- Modificar La norma oficial mexicana NOM-127-SSA1-1994, de tal manera que se considere el análisis de la bacteria Helicobacter pylori con resultados de “ausente” para que el agua analizada sea considerada como potable.
- Recomendar a la población en general que hierva el agua durante 20 minutos, aún la distribuida por las redes de agua potable municipales (de las cuales se debe de desconfiar totalmente). Esta medida debería de estar sustentada con las investigaciones científicas de tal manera que aseguren que el tiempo de ebullición es suficiente para la destrucción del microorganismo.
- Implantar un subsidio gubernamental al consumo de gas natural y LP, de tal manera que la población en general, no se vea dañada en su economía debido a la desinfección del agua por la ebullición del agua el tiempo que sea necesario para hacerla potable. Esta recomendación es importante, ya que constitucionalmente (Art. 115 fracción III) es el gobierno quien tiene la obligación de proporcionar agua potable a la población.
- Diagnosticar si los sistemas de potabilización actuales son adecuados para la destrucción de la bacteria Helicobacter pylori; de lo contrario, aplicar las modificaciones a los procesos de desinfección existentes en las plantas potabilizadoras.
- Extender el programa “Agua Limpia” a las regiones pobres del País, instalando no solamente bidones con hipoclorito de sodio con dispositivos de dosificación primitivos, sino con la instalación de unidades de potabilización completas y tecnológicamente adecuadas.
Hasta aquí dejo este artículo, ya que me comenzó un ardor en el estómago, voy al botiquín a buscar un antiácido o ranitidina para calmar mis malestares. Creo que mañana iré a visitar al medico para que me investigue si tengo la Helicobacter pylori hospedada en mi estómago.
Fecha: 2006-06-09 01:35:56