INICIO DE LOS NUEVOS CRISTEROS. -Ricardo Millán Licona-
En víspera de las elecciones, se atiza la hoguera y con la presencia poderosa del grupo panista "El Yunque" es de temer una nueva época cristera. ¡Dios nos libre!
Extrañamente, sin coincidencia de fechas de aniversario, la Conferencia del Episcopado Mexicano aprobó la Renovación de la Consagración de la Nación Mexicana al Sagrado Corazón de Cristo Rey.
La renovación tuvo lugar el viernes 23 de junio de 2006, en el Monumento Nacional a Cristo Rey, «El Cubilete», en Guanajuato, con la presencia de sacerdotes y laicos de todo el país. ¡Una semana antes de las elecciones a la Presidencia de la República!
En el mensaje del Episcopado, se lee algo como una oración al Cristo Rey:
-CRISTO REY, (...) enjuga las lágrimas de esta Patria, (...) extendiendo tus manos poderosas para bendecirnos y protegernos de las asechanzas del mal.
-Y Tú, Redentor amoroso de la humanidad, atrae a tu Corazón a los pecadores, a los desorientados, especialmente a los jóvenes, engañados con falsas doctrinas que los alejan de Ti.
-Conserva la fe que hemos recibido de nuestros padres y que ha sido sellada con la sangre de nuestros Mártires y el ejemplo de nuestros Santos (¿El padre Pro?).
-Que tu Iglesia Santa y Católica pueda trabajar en auténtica libertad, para salvaguardar la dignidad humana de todos y ser un testimonio gozoso y humilde de tu resurrección y salvación.
La Consagración ya había sido adoptada el 11 de octubre de 1924, cuando iniciaba el período más violento de la persecución religiosa en el país, el inicio de la época del Cristerismo en donde al grito de "Viva Cristo Rey" se mataba.
La Guerra Cristera en México consistió en un conflicto civil de 1926 a 1929 entre el Gobierno y milicias que apoyaban a la Iglesia católica.
En Enero de 1927 empezó el acopio de armas. El apoyo a los grupos armados fue creciendo, cada vez más gente se sumaba a la proclama de "Viva Cristo Rey y Santa María de Guadalupe", para sumarse a quienes fueron conocidos como Los Cristeros. Se les llaman así dado que reconocían como autoridad a Cristo Rey.
Los alzamientos comenzaron en Jalisco, Zacatecas, Guanajuato y Michoacán, luego se sumó casi la totalidad del centro del país. Obregón fue asesinado por el extremista católico José de León Toral en la churrería "La Bombilla" en el Distrito Federal.
El presidente Portes Gil anunció que la iglesia católica se sometería a la ley sin que la Constitución sufriera alguna modificación. Los levantamientos siguieron, aunque con menos apoyo popular, pues la jerarquía eclesiástica había cedido.
En 1992 el presidente Carlos Salinas de Gortari reanudó las relaciones diplomáticas con el Vaticano y promulgó una nueva ley de cultos. En ese tiempo el Congreso reformó el artículo 130 de la Constitución, que ahora otorga personalidad jurídica a la Iglesia.
Ahora, en víspera de las elecciones, se atiza la hoguera y con la presencia poderosa del grupo panista "El Yunque" es de temer una nueva época cristera.
¡Dios nos libre!
Fecha: 2006-06-23 00:18:55
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