Cuando tengo tiempo y ganas, preparo de comer al modo tradicional con ingredientes frescos comprados en el mercado. En la más de las veces tengo que recurrir a comidas ya preparadas o de plano, a comidas para dejados divorciados estudiantes o inútiles. Ya los tiempos en que se comía sopita caliente se acabaron.
Por la edad, tengo que moderar mucho el consumo de grasas. Una de mis comidas favoritas son los tender y las hamburguesas de pollo, vienen empanizadas y congeladas. Según las instrucciones para prepararlos, hay que ponerlos a freír en una alberca de aceite hirviendo. Los preparé así y no había manera de retirarles toda la grasa acumulada.
Entonces, se me ocurrió cocinarlos en el horno eléctrico. Sí, se consume electricidad y toma su tiempo, pero bien vale la inversión. Para hacer tres hamburguesas, son 20 minutos a 220 grados; para los tenders que son de pechuga de pollo, se toma media hora, y quedan súper bien.
Este es el producto de las hamburguesas congeladas:
En las instrucciones, pide que se sumerjan en aceite hirviendo:
Pero en el horno, quedan así con un mínimo de grasa grasienta:
Estos son los tender de pollo:
Igualmente, las instrucciones piden que se sumerjan en aceite hirviendo:
Y así quedan cocinadas en el horno:
Al consumirlos no se siente el sabor de aceite, se notan un poco secos pero así es como sabe la comida cocinada en horno sin grasas adicionadas. Pienso más adelante probar con papas a la francesa congeladas, deben quedar bien cocinadas y con poca grasa.
No quedan para nada bien en el horno de micro ondas: se aguadan y el empanizado queda todo batido, cuando lo rico es que quede crocante y firme, no aguado.
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