Al poco tiempo, llega el "representante" de la empresa, un sujeto muy majadero y mal encarado. Aparte de que defendió a ultranza al cobarde del operador del camión, se negó a pagarme los daños que el irresponsable causó en su huída.
La pinche "justicia" mexicana parece que está a favor de esas malas personas, pues todavía que el camión iba sin placas, sin documentos y sin seguro, se pusieron los oficiales a favor del urbañero, queriendo detener mi coche, ir al MP y hacer todo el circo por el laminazo culpable del chofer. Tan fue así, que a los oficiales poco les importó la acción civil de detener a un maloso en fuga, pues pusieron que yo fui conductor responsable del laminazo. No cabe duda de que, con dinero, baila el perro.
¿Esto qué implicaba? Primero, que mi coche se quedara en el corralón, hasta que el MP hiciera diligencias pero hasta el lunes 9 de abril; Segundo, yo tendría que pagar de mi bolsa el hospedaje del jueves, mi traslado a casa el viernes, luego volver el lunes, acreditar la propiedad del coche, pagar grúa y la pensión; Tercero,comenzar un litigio penal para la recuperación del daño que seguramente se llevaría meses.
Para evitar una victoria pírrica (1), mejor resultó que yo pagara mis daños. Ya el asunto de la responsabilidad por el atropellamiento es cosa que seguirá su curso.
Por culpa de esa gente corrupta que no sabe hacer su trabajo y se orienta por el dinero (oficiales, tránsitos, MPs, urbaneros y sus "representantes") México es un país que se va hundiendo.
Ahora me toca reparar por mi cuenta mi carro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario