viernes, 10 de agosto de 2012

Misterios del Cadalso 2.- 7 generaciones de Verdugos, por H. Sanson


Este documento fue obtenido en imágenes desde el sitio http://babel.hathitrust.org/cgi/pt?seq=6;id=ucm.5321498771;page=root;view=2up;size=100;orient=0

Aplicar imágenes de un libro dificulta su lectura y la localización rápida de citas y refrencias. Mi tarea fue transcribir el libro y con ello facilitar su consulta. Obviamente que en la transcripción hay errores involuntarios. Se ha tratado de copiar el texto “tal cual”, actualizándose la sintaxis y la ortografía. Asimismo se hizo un índice y un resumen de cada uno de los capítulos.

Este es un libro de consulta obligatoria para el estudioso de las ciencias sociales, de las ciencias penales, de la criminología.

Debe tomarse en cuenta, que el libro del cual proviene esta transcripción, fue editado en 1863; por lo que los derechos de autor y copyrigth se hallan caducos; pues en el ámbito internacional, la tutela no rebasa los 100 años. No hay noticias de una nueva edición, el libro no está disponible en librerías ni bibliotecas.

La mayoría de las citas son propias del libro y del traductor; exceptuándose aquellas que se refieren a los casos de Desrúes y de Robespierre, que son propias del transcriptor.

Algunos capítulos “pecan” de excesiva narrativa novelesca (a grado tal, que hacen dudar de la autoría de la obra); otros son más concretos y explícitos. Hay que considerar la época en la que se elaboró el libro original (que según el autor, hubo antes otros impresos que se consideran apócrifos)

Varias de las situaciones que se señalan en el texto, ocurrieron hace más de 150 años, pero tal parece que la historia (o la ignorancia del ser humano) insiste en que tales se vuelvan a repetir en un proceso cícilico y con mayor violencia. Esto nos demuestra que la pena de muerte no es una solución; pero algo debe hacerse. Tan solo, el caso de José Lesurques exhibe un grave error judicial que no es reparable de modo alguno.

El último caso de aplicación pública de la pena de muerte por guillotina en Francia, dictada por un Tribunal, fue en la persona de Eugen Weidmann, el 17 de junio de 1939. El reo fue condenado a la pena capital por el asesinato de 6 personas.

Hasta el año 1977 el último en perder la cabeza fue Hamida Djandoubi, un inmigrante de origen tunecino acusado de violar y asesinar a su novia. En 1981 la pena capital fue abolida en Francia por el presidente François Mitterrand.

Cualquier referencia a este libro, deberá hacerse respetando la fuente web, así como los datos señalados en la portada; quedando prohibido referir a esta transcripción como fuente, pues su propósito solamente es, como se señaló, facilitar la consulta y su lectura.

La ficha bibliográfica es como sigue:

Misterios del Cadalso; siete generaciones de verdugos, por H. Sanson, antiguo ejecutor de la justicia de Paris
Traducción española de Juan Sala, Establecimiento tipográfico-literario de Manini hermanos, Madrid, 1863.

El libro transcrito se puede conseguir aquí:

http://www.4shared.com/office/34rJSBhI/Sanson_Misterios_del_Cadalso-M.html

El libro en versión completa se puede conseguir acá:

http://www.4shared.com/office/NV2zKoZs/Misterios_del_Cadalso_Siete_ge.html

---------------------------
Resumen de capítulos y temas

Introducción.
"¡Este es el testamento de la pena de muerte escrito por el último verdugo!"

Sección Primera.- OJEADA HISTORICA SOBRE LOS SUPLICIOS.
Descripción acerca del qué y del cómo se aplicaban torturas y penas capitales.

I.- LA DEGRADACION.
II.- LA PICOTA Y LA ARGOLLA.
III.- LA RETRACTACION.
IV.- LA FLAGELACION.
V.- LAS MUTILACIONES.
VI.- SUPLICIOS SEGUIDOS DE MUERTE.
VII.- LAS PRUEBAS JUDICIALES.
VIII.- EL TORMENTO.
IX.- EL EJECUTOR

Sección Segunda.- MEMORIAS DE LOS SANSON

CAPITULO I.- ORIGEN DE MI FAMILIA.
“Pero quien dice Memorias, dice confesión”

CAPITULO II.- CARLOS SANSON DE LONGVAL.
“Los documentos que utilizaré serán de dos clases. Consisten en algunas cartas que encontrarán su lugar en mi narración, y en una especie de confesión en que mi abuelo ha querido sin duda reunir el episodio más importante de su carrera”

CAPITULO III.- EL HORÓSCOPO.
“—No señor; moriréis de muerte violenta. “—Esa es muerte de soldado, y os doy las gracias por vuestra predicción “—No me las deis, señor caballero, porque tengo que añadir que moriréis por la cuerda.”

CAPITULO IV.- EL CERCADO MALDITO.
Un cercado que prohibía el paso a los dominios del antiguo ejecutor. “Por el camino, Carlos de Longval, observó con sorpresa el extraño cargamento del carro en que iba, y que se componía de barras, tenazas, cuerdas y una rueda de forma extraña, cuyo uso no podía adivinar.”

CAPITULO V.- MANUSCRITO DE CARLOS SANSON.
“Entonces, enseñándome un cadalso que habían levantado aquella madrugada en la plaza del Pozo Salado, me invitó a que mirara bien, y habiéndolo hecho, reconocí en un hombre que ponía a unos muchachos en la picota, a mi huésped de la casilla del Cercado Maldito, y padre de mi amada…”

CAPITULO VI.- LLEGADA A PARÍS.
“Casi todas las sentencias de muerte eran pronunciadas por una sala del Parlamento llamada sala de la Tournelle. Esta era la que resolvía las demandas de los que apelaban de las sentencias del Chatelet y otras jurisdicciones sujetas al Parlamento. Las formas judiciales eran breves y sumarias…”

CAPITULO VII.- PROCESO Y EJECUCION DE MADAMA TIQUET.
Un proceso donde prevalece la sospecha por sobre los hechos, y la misoginia impera. “Un magistrado muy estimado, Mr. Tiquet, consejero en el Parlamento, acababa de escapar como por milagro de una odiosa conjuración preparada contra su vida. Después de sufrir el fuego de un grupo de asesinos apostados a su paso, cayó sangriento y casi inanimado en la calle... Saltó la sangre, pero la cabeza no cayó.” Una espantosa ejecución.

CAPITULO VIII.- LOS FOLLETOS EN TIEMPO DE LUIS XIV.
Los libelos hacian escarnio en la persona del rey, quien era cuestionado por su forma de llevar el reinado. Una historia de intriga sobre un impresor para matarle. “… maese Larcher se puso lívido, sintió flaquear sus rodillas, llevó la mano a su frente bañada en sudor, y por algunos momentos quedó mudo y como anonadado por la revelación del peligro que le amenazaba.”

CAPITULO IX.- NICOLÁS LARCHER.
La venganza por la muerte de maese Larcher. “... el forastero que se llamaba Nicolás Larcher, que era hijo de Juan Larcher, maestro encuadernador, ahorcado seis años antes como poseedor y circulador de libelos.”

CAPITULO X.- UNA TASCA EN EL SIGLO XVIII.
Crónica sobre los nidos de malhechores y su sistema de control social “Si los vicios alimentaban la picota, el cadalso tenía en el hambre una activa proveedora, y ambos trajinaban sin descanso: los bandidos y los rateros hormigueaban en las calles de París.”

CAPITULO XI.- EL MENDIGO.
Y así, se cumplió la predicción del Horóscopo. “Según llegó a saber más adelante Sanson de Longval, después de entregarse a todos los desórdenes, después de causar la ruina completa de aquel para quien había sido el genio del mal, cargado de deudas, y encontrándose sin recursos a su vuelta a París, Mr. de Blignac coronó su lamentable carrera haciéndose lo que entonces se llamaba ladrón campesino, es decir, ladrón de caminos, y arrastrando en su caída al infeliz… y haciendo un supremo esfuerzo para vencer su debilidad, antes de que nadie pudiera impedírselo, se precipitó sobre Mr. de Blignac, le arrancó la espada, y veloz como el rayo, cortó de un golpe la vida a Pablo Bertaut, que ya no podía esperar otro beneficio…”

CAPITULO XII.- LA CONSPIRACIÓN DE CE LLAMARE.
“Desde 1703 a 1716 la lista de las ejecuciones del segundo Sanson no contiene más que nombres oscuros, unidos a crímenes vulgares. Siempre era el mismo móvil, la avaricia; siempre el mismo medio, el asesinato; Puestos unos y otros de acuerdo, y contando con algunos caballeros descontentos, se empezaron a trazar planes, y a preparar lo que se llamó la conspiración de Ce Llamare”

CAPITULO XIII.- LA MARQUESA DE PARABERE.
“Decidle que he venido, que he rogado por él hasta el último momento, que he hecho cuanto he podido por salvarle, y que si muere, no me consolaré jamás.”

CAPITULO XIV.- EL SISTEMA DE LAW.
“… ha sido calificado Law de iniciador del crédito público por el talento sagaz de un ilustre escritor, no menos notable como historiador, que como orador y hombre de Estado…”

CAPITULO XV.- EL CONDE DE HORN.
“Mr. de Crequy, pudiendo apenas contener sus lágrimas, suplicó a Carlos Sanson, que en el cumplimiento de aquel deber terrible, empleara todos los miramientos que estuvieran de su parte, que no descubriera más que el cuello del paciente y que esperara para descargar el golpe... Pretextando una indisposición repentina, pasó la barra de romper los miembros a las manos de Nicolás Gros, el más antiguo y el mas adicto de sus ayudantes...”

CAPITULO XVI.- CARTOUCHE.
“Cartouche ha formado el ideal de los ladrones del siglo XVIII. Representa perfectamente en la esfera del crimen la época de transición en que vivía. En la fisonomía de este malhechor hay algo del bandolero de la edad media y del ratero de nuestro tiempo. El rasgo más característico de todas las acciones de Cartouche, es la ingeniosa burla que les sirve casi siempre de corolario. El ladrón nunca se contentaba con despojar a sus víctimas, se burlaba de ellas lo mas descaradamente que podía… Y dirigió una mirada al cadalso. Al ver una sola rueda se puso lívido, brotó el sudor de su frente, empezó a no poder tragar la saliva…”

CAPITULO XVII.- LOS CÓMPLICES DE CARTOUCHE.
“… apenas el joven estuvo colgado de la manera prescrita, empezó a dar gritos horribles, pidiendo que le dieran la muerte mejor que hacerle sufrir así. Decía que toda la sangre se le acumulaba en las plantas de los pies, los cuales efectivamente se le llenaban de manchas amoratadas. Carlos Sanson y sus ayudantes se miraban sorprendidos y muy inquietos por aquella tarea a que, a pesar de las repetidas ejecuciones de su tiempo, no estaban acostumbrados; pero como el pequeño Cartouche pasaba por ser muy malo y sumamente precoz en el vicio, creyeron por un momento que sus quejidos eran exagerados...”

CAPITULO XVIII.- FRANCISCO DAMIENS.
Un regicida que fracaso en su intento de asesinar al Rey. ¿Era alguien similar a Ravaillac?

CAPITULO XIX.- EL ATENTADO.
“A las primeras preguntas que se le hicieron, contestó que se llamaba Francisco Damiens; dijo que él era el que había dado el golpe, y que lo había hecho por Dios y por el pueblo… y estos temores del monarca llegaron a ser tan grandes que llamó a su confesor, se hizo dar la absolución cinco o seis veces, llamó al delfín, le encargó de presidir los consejos y tomó disposiciones como un hombre convencido de su próxima muerte.”

CAPITULO XX.- EL PROCESO.
“El tribunal declara a Roberto Francisco Damiens debidamente acusado y convicto del crimen de lesa majestad divina y humana por el muy execrable, muy abominable y muy detestable parricidio cometido en la persona del rey; y... Esta sentencia, que determinaba tan minuciosamente los detalles de suplicios cuya enumeración basta para llenar de horror a los lectores, no tenía que decidir del género de tormento que se aplicaría a Damiens.”

CAPITULO XXI.- EL SUPLICIO.
“A las cinco volvió a bajar a la plaza y le subieron al cadalso... Tal fue el suplicio de Damiens.”

CAPITULO XXII.- LALLY-TOLLENDAL
“Lejos de suavizarse con la adversidad, el carácter de Lally se hizo más violento que lo había sido jamás. Su espíritu altanero necesitaba echar sobre los demás la responsabilidad de sus derrotas, y su alma ulcerada acusaba, no solo a sus tenientes y a sus soldados, sino también a los empleados civiles de la colonia, de los reveses que acababa de sufrir.”

CAPITULO XXIII.- EL CABALLERO DE LA BARRE.
“El parlamento había desechado la apelación del joven caballero de la Barre, sentenciado por el presidial en Abbeville a ser decapitado y quemado, por haber cantado canciones abominables contra la Virgen y los santos... hizo volar la espada con tanto vigor y precisión, que cortó a cercen el nudo de la columna vertebral y atravesó el cuello sin derribar la cabeza...”

CAPITULO XXIV.- EL VERDUGO Y EL PARLAMENTO.
“Lo primero de que se habla es la ejecución del llamado Ruxton, condenado al suplicio de la rueda por asesinato cometido en la persona de Mr. Andrieu…”

CAPITULO XXV.- LA CASA DE JUAN BAUTISTA SANSON.
“Poco faltó para que el rey Luis XV no armase una querella a mi bisabuelo por aquel acto de justicia soberana en que se había prescindido de esa noble prerrogativa de los reyes cristianísimos, que se llamaban derecho de gracia…”

CAPITULO XXVI.- EL ABATE GOMART.
“Mi bisabuelo pudo observar en el semblante cada vez más triste del abate Gomart, los progresos de aquella decadencia moral. Este no hablaba claramente de los desórdenes de su sobrina;…”

CAPITULO XXVII.- AVENIMIENTO DE CARLOS ENRIQUE SANSON.
“En efecto, aquellos dos hombres, padre e hijo, ejecutores en una ciudad de provincia, eran parientes nuestros por efecto de ese eterno cruzamiento de las familias de los ejecutores entre sí, e instruidos de la enfermedad de mi bisabuelo, acudieron a París a solicitar su plaza…”

CAPITULO XXVIII.- DESRUES
Un caso en tres partes sobre un asesinato premeditado.

CAPITULO XIX.- DESRUES [Continuación]

CAPITULO XXX.- DESRUES [Conclusión]

CAPITULO XXXI.- EL PROCESO DEL COLLAR.
Hasta los nobles suelen ser estafadores. “Entonces madama de la Motte consiguió persuadir al cardenal de que la reina se había decidido a comprar el collar sin conocimiento del rey y a pagarlo de sus economías…”

CAPITULO XXXII.- UN AUTO DE FE EN LA PLAZA DE SAN LUIS DE VERSALLES.
Una crónica – novela sobre un caso de parricidio involuntario, en cuatro partes. “— Hasta luego querrás decir, Juan Luis. ¿Acaso se deja enrodar a los hombres de bien como tú?”

CAPITULO XXXIII.- UN AUTO DE FE EN LA PLAZA DE SAN LUIS DE VERSALLES (Continuación)

CAPITULO XXXIV.- UN AUTO DE FE EN LA PLAZA DE SAN LUIS DE VERSALLES (Continuación)

CAPITULO XXXV.- UN AUTO DE FE EN LA PLAZA DE SAN LUIS DE VERSALLES (Conclusión).

CAPITULO XXXVI.- MARÍA ANA JUGIER, MI ABUELA
“Desde 1770 a 1780, encuentro en las notas de mi abuelo, que los infelices condenados a la rueda son muchos más que los de horca.”

CAPITULO XXXVII.- EL SALVOCONDUCTO
Y la orden fue que no se le requiriera de pago alguno durante la vigncia del salvoconducto.

CAPITULO XXXVIII.- PROCESO CON LA PRENSA.
No hay nada más devastador que un chisme de prensa.

CAPITULO XXXIX.- LOS HERMANOS AGASSE. EL MARQUÉS DE KAVRA
“Este testamento de muerte, que fue impreso algunos días después, no nombró a nadie, pero una de sus frases contenía una acusación terrible contra un personaje en que los historiadores han querido recocer al conde de Provenza…”

CAPITULO XL.- MEMORIA A LA ASAMBLEA NACIONAL.
“Robespierre había dicho muy juiciosamente en la sesión del 24 de diciembre: No creo que haya necesidad de una ley; los que no están excluidos, están admitidos…”

CAPITULO XLI.- LA GUILLOTINA.
Y la igualdad se impuso: Serían muertos en la guillotina tanto nobles como plebeyos.

CAPITULO XLII.- EL TRIBUNAL DEL 17 DE AGOSTO.
“A la señal que hizo el joven movió la cuerda, la cuchilla cayó, los gritos cesaron, y la cabeza rodó en el cesto.”

CAPITULO XLIII.- LA MUERTE DE LUIS XVI.
"Hijo de San Luis ¡Subid al cielo!"

CAPITULO XLIV.- LA MISA EXPIATORIA.
“Mi cargo de conciencia era terrible…”

CAPITULO XLV.- EL TRIBUNAL REVOLUCIONARIO.
“… El tribunal revolucionario conocerá en toda empresa, maquinación o atentado contra la libertad y la soberanía del pueblo, contra la unidad, la individualidad, la seguridad exterior e interior de la república; en toda conjuración que tienda al restablecimiento de la monarquía; y en fin, en todo crimen relativo a la fabricación de asignados falsos…”

CAPITULO XLVI.- PRIMERAS EJECUCIONES.
“La guillotina no descansaba; sin embargo, se lamentaba generalmente la oscuridad de los reos. Aquellos no eran los grandes culpables contra quienes se había establecido el nuevo tribunal…”

CAPITULO XLVII.- LA CONSPIRACIÓN DE LA ROUERIE.
“Allí se trabó una disputa violenta entre varios de los convidados patriotas y algunas personas que se hallaban en el establecimiento…”

CAPITULO XLVIII.- CARLOTA CORDAY
“Me hallaba todavía al pie del cadalso, cuando uno de los que se habían mezclado en lo que no les correspondía, un carpintero llamado Legros, que había trabajado todo el día en las reparaciones de la guillotina, cogió la cabeza de Carlota Corday... supe que aquel malvado había dado una bofetada a la cabeza: y me aseguraron que el rostro se había sonrojado al recibir aquel insulto…”

CAPITULO XLIX.- CUSTINE
“Un segundo después dejó de existir.”

CAPITULO L.- LA REINA
Su único delito, haber sido la esposa del Rey.

CAPITULO L I.- EL JUICIO
“Apenas pronunció estas palabras, giró la tabla y cayó la cuchilla sobre su cabeza.”

CAPITULO LII.- LOS GIRONDINOS.
“En aquel momento un grito de muerte domina a todos los demás, una voz ha dicho: «Yo muero». El presidente manda a los gendarmes, consternados e inmóviles de estupor, que se lleven a los acusados. Estos entonan el estribillo del himno de los Marselleses; se alejan, pero la bóveda del pretorio resuena largo rato con sus acentos…”

CAPITULO LIII.- ADAN LUX: EL DUQUE DE ÓRLEANS
“… Era imposible que el pobre iluminado encontrara conmiseración ante sus jueces; condenado a muerte, exclamó pensando sin duda en aquella a quien creía volver a ver: “¡Por fin, voy a ser libre!”

CAPITULO LIV.- MADAMA ROLAND - BAILLY.
“Entonces alzó la cabeza, y desde aquel momento su energía no se desmintió un instante. El que iba a morir con ella distaba mucho de tener su valor. La última obra de madama Roland fue una obra de abnegación, y de caridad…”

CAPITULO LV.- DIARIO DE CARLOS ENRIQUE SANSON.
Crónica y relatos de ejecuciones realizadas por el señor de París.

CAPITULO LVI.- DIARIO DE CARLOS ENRIQUE SANSON (Continuación y Conclusión.)

CAPITULO LVII.- JOSÉ LESURQUES. ERROR JUDICIAL.
Crónica de un error y condena a inocente. “En materia criminal una instrucción tardía siempre es un manantial de errores.”

CAPITULO LVIII.- JOSÉ LESURQUES (Continuación y Conclusión)
Reparación del error judicial, no de la inculpabilidad del sentenciado; y un intento de despojo a los sucesores de Lesurques.

CAPITULO LIX.- ENRIQUE SANSON, MI PADRE.
Menciona el drama del ajusticiamiento del asesino de masas, Robespierre quien, a diferencia de Desrues, merecía el perdón universal (según el autor).

CAPITULO LX.- PRISIÓN DE MI PADRE Y DE SU TÍO.
Un relato sobre cómo estuvieron a punto de ser ajusticiados los Señores de París.

CAPITULO LXI.- CONTINUACIÓN Y FIN DE LA HISTORIA DE MI PADRE.
Crónicas de las bandas de los quemadores (pandillas de ladrones y asesinos) Un proceso de pacificación extremo a la Francia post-revolucionaria.
“— ¿Quién te ha dado esto, amiguito?—dijo el tabernero mirando la moneda.
“—Mi papá que vende pañuelos en la feria.”

CAPITULO LXII.- LOS CUATRO SARGENTOS DE LA ROCHELA.
Crónica de una conspiración en la que cuatro jovenes fueron inmolados por su participacion, habiendo sido cooptados por una organización sin líderes conocidos.

CAPITULO LXIII.- PAPAVOINE.
El acusado, ¿es culpable? Un caso de doble infanticidio en donde el elemento culpabilidad es cuestionado y cuestionable.

CAPITULO LXIV.- LACENAIRE Y SUS CÓMPLICES
Un clásico en donde el líder de la pandilla criminal, descarga su responsabilidad en la sociedad, a la que acusa de haberlo orillado al crimen. Un charlatán admirado.

CAPITULO LXV.- MI VOCACIÓN.
Como fue que heredó y adquirió el título de Señor de París.

CAPITULO LXVI.- MI EDUCACIÓN.
Como fue la educación del Señor de París en su infancia, al ser un paria por ser hijo del ejecutor de la Ley. PATER TUUS CARNIFEX. “-Os lo confieso, si ahora que estoy condenado a envejecer y a morir con esta librea, viera a mi hijo repudiarla, me parecería haber perdido todo el derecho a su respeto y a su cariño; no podría mirarle sin avergonzarme. ¡Oh! ¡Eso sería horrible!”

CAPITULO LXVII.- MI JUVENTUD.
La aceptación del cargo hereditario de Señor de París.

CAPITULO LXVIII.- MIS EJECUCIONES.
Una breve relatoria de las actuaciones del Señor de París. “La noche se pasó entre las angustias de aquellas dos agonías: la del infeliz que iba a morir, y la del hombre a quien la ley designaba para darle muerte…”

EPÍLOGO.
Conclusiones personales del autor. “La pena de muerte seguirá el camino de los crueles suplicios, que han desaparecido poco a poco de nuestras instituciones judiciarias. Si la ley consiente todavía en matar, por lo menos ha renunciado al derecho de hacer sufrir a los que inmola.”

2 comentarios:

  1. Hola! Disculpá la molestia pero veo que sigue en uso este blog, ¿sería posible que resubas los archivos otra vez a Mega o alguna otra página? desde ya muchas gracias y muy interesante tu blog :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Facundo.

      La fuente original del libro está en la dirección

      http://babel.hathitrust.org/cgi/pt?seq=6;id=ucm.5321498771;page=root;view=2up;size=100;orient=0

      La transcripción del libro te la envío por correo. Saludos

      Eliminar