Por regla general, ninguna pregunta está demás: más vale pecar de ignorante que actuar (u omitir) y demostrar serlo. Pero hay situaciones tan obvias a las que no cabe cuestionar, pero...
Situación: Cae un aguacero y el coche se descompone. Te bajas y abres el cofre (capó). Pregunta: ¿Se descompuso? Respuesta: (1) Nooooo abrí el cofre para que respiraran los caballos de fuerza (2) Nooooo abrí el cofre para que regar los árboles de levas.
Situación: Das un sorbo al café hirviendo y haces un rictus de dolor. Pregunta: ¿Te quemaste? Respuesta: Noooo así acostumbro a probar que tal está de azúcar
Situación: Abres el archivero, el cajón cae en tu pie. Pregunta: ¿Te lastimaste? Respuesta: Nooooo así acostumbro a calcular el peso de la cajonera
Situación: Al cortar, se cae ese trozo de filete grandote, jugoso y bien cocido, al piso. Pregunta: ¿Se te cayó? Respuesta: Noooo así acostumbro aderezarlo
Situación: La Policía te detiene, y te extiende una boleta de infracción. Pregunta: ¿Te multaron? Respuesta: Nooooo solamente me dieron una nota de presentación
Situación: Llegas al coche, y notas una llanta desinflada. Pregunta: ¿Se desinfló la llanta? Respuesta: Nooooo es que se activó el sistema antirobo
Situación: Presentas un embarazo evidente de 6 meses. Pregunta: ¿Estás embarazada? Respuesta: Nooooo es que hoy desayuné una sandía.
Situación: Compareces ante el Juez, por bigamia. Pregunta: ¿Usted se casó dos veces? Respuesta: Nooooo solamente hice un respaldo de mi estado civil
Situación: Tienes un trozo de metal clavado en el brazo. Pregunta: ¿Le duele? Respuesta: Nooooo, me duele nomás cuando me río
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