sábado, 23 de agosto de 2008

Manda Una Señal...

 

Y la señal... nunca llegó...

 

 





jueves, 14 de agosto de 2008

No me amenaces... ¬ ¬

Una excelente canción Risa

 

A ver... ¿dónde se filmó?

 

 





jueves, 7 de agosto de 2008

De los males, el menos: ¿Más vale soltero que mal casado?

Hallé un blog con ese tema: "Más vale solteros que mal casados" (véase http://tva.com.mx/detalle1520.html). Y en realidad, me sentí identificado con varias partes del post.

 

1).- El matrimonio como obligación. Me parece que este punto es precisamente el que le da mate al cúmulo de emociones y de sentimientos en la pareja joven. Actualmente la duración de un matrimonio es de pocos años, a grado tal, que la tendencia es a la baja de matrimonios y la alza de divorcios, que al paso del tiempo, llegarán a un punto de equilibrio (http://www.eluniversal.com.mx/notas/482035.html). Conforme al INEGI, la media de matrimonio ha tenido una duración social de 10 años o más, seguida de quienes estuvieron casados 5 años o menos, y los que permanecieron unidos de 6 a 9 años (http://www.inegi.gob.mx/inegi/contenidos/espanol/prensa/Contenidos/estadisticas/2008/Matrimonios08.doc).

 

El concepto "obligación" es algo muy fuerte y difícil de asimilar: hacer las cosas porque así debe de ser, hace que una relación poco a poco se vea minada en las raíces que se supone le dan sustento. Asimismo, la presión social de requerir matrimonio poco a poco ha ido disminuyendo. La soltería se ha convertido, pues, en una nueva forma de vida y la unión libre (o concubinato) se ha hecho socialmente aceptable. Incluso, el modismo de "novio(a)" se ha sustituido por "pareja estable".

 

Sin embargo, la soltería no puede entenderse si la persona carece de autonomía (que sea autosuficiente y no dependa de familiares).

 

2).- El autor del blog refiere una entrevista con Priscila Vera Hernández, quien señala que las expectativas de hombres y mujeres han cambiado al paso del tiempo. El matrimonio ya no es actualmente para una minoría (que poco a poco va ganando espacio) una prioridad en la vida. Incluso en las mujeres, el sentimiento de contraer nupcias va disminuyendo conforme son autosuficientes y preparadas. Dicho en otros términos: la generación actual ya no se coce al primer hervor.

 

3).- La unión libre implica, necesariamente, el vivir con alguien por gusto, no por obligación. Ya cuando en la relación surgen los reproches por incumplimiento, la cosa simplemente falla y la relación termina en un divorcio emocional y material. Asimismo, se ha convertido la soltería en un estilo o modo de vida: no hay obligación de rendir cuentas, y aparentemente la vida social es más amplia. Sin embargo, los lazos sociales se multiplican en un matrimonio, y precisamente es ahí donde el soltero tiene que definir si continúa solo o amplía sus relaciones sociales.

 

Una reflexión personal.

 

El matrimonio nunca fue una expectativa de vida, y mucho menos una prioridad. Quizá renegué (y reniego) del matrimonio porque en mi niñez no había una tranquilidad o estabilidad emocional: Siempre había pleitos entre mis padres, y mis actividades propias y personales siempre eran cuestionadas y vigiladas. Durante mi primer noviazgo siempre creí que dar cuentas de lo que hacía o dejaba de hacer, era correcto, y así empecé a perder mi individualidad.

 

El por qué me casé tiene una explicación simple: fue por haberme dejado llevar por "el qué dirán". En este momento de mi vida ya puedo afirmar que me casé sin estar enamorado. Solo duré 5 años.

 

Hace años inicé una vida "en común", que debido a exigencias que rayaban en lo exagerado me hicieron reflexionar y deducir que, simplemente, me equivoqué. Ya pedí perdón y no me han perdonado (eso no me importa).  Aún me falta consolidar mi plena autonomía para considerarme soltero por completo, y creo que no estaré dispuesto a compartir en matrimonio. O sea, estar soltero y libre. Y lo reconozco: hubo un momento en el que estuve dispuesto a unir mi vida porque yo estaba plenamente convencido y muy enamorado. Pero simplemente, no funcionó. Me dolió muchísimo, pero no hay de otra: a conservar la verticalidad.

 

Yo considero que la libertad o soltería por completo es algo que pocas veces se da.  Y eso es bueno para quien realmente desea y anhela una codición así. Pero mientras el mundo gire, matrimonio queda fuera por completo de mis expectativas de vida.

 

Por cierto: ya no le seguí con eso del horóscopo porque ya no le hallé interés.